Crónica Negra de la II República


¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia? Santiago Ramón y Cajal.

9 de abril de 2010

Yo pertenecí a la O.J.E.

    Un capítulo revelante para gran parte de la juventud esteponera, y por tanto para Estepona (le pese a quien le pese) de los 60 y 70 lo ocupa la organización juvenil, denominada OJE. Aunque su nacimiento es mucho más tardío, a primeros de los 60s, era la Organización Juvenil Española, la organización juvenil de l Frente de Juventudes de Falange. Con la llegada de la democracia, o sea con el nacimiento de Valadez para cargársela en Estepona, esta organización, tal como fue en sus orígenes, desapareció. Ahora, algo acomplejada, aún  pervive, aunque desconozco si sigue ligada a Falange.
     Cuánto tiene que agradecerle aquella juventud esteponera, a la cual pertenezco, a la OJE de Estepona. Cuánta falta haría hoy. Nos enseñaron, al que quiso claro, a valorar la justicia, el compañerismo, el medioambiente (tan de moda ahora), la cultura, la amistad, el respeto, incluso a sentarnos y comer ante  una mesa o en sociedad. Civismo. Muy pocos de mi generación quedaron al margen de su pertenencia; desde pobres a ricos. Desde hijos de pescadores hasta hijos de comerciantes adinerados, pasando por hijos de agricultores, albañiles, peones y todos los sectores de la sociedad. Todos éramos iguales y participábamos de forma gratuita o simbólica (en Estepona gracias a las gestiones de José López) de todas las actividades que se organizaban, que eran muchas. Desde viajes y estancias a diferentes albergues de España, hasta campamentos, marchas en el campo (lo que hoy se conoce como "senderismo") o el aprendizaje de técnicas de supervivencia y rastreo en la naturaleza y otras actividades al aire libre, campo americano, y un largo etc. El intercambio y conocimiento de gente de otros lugares, era lo habitual. Todo enfocado a formarnos como personas de bien y respetuosos con los demás, "personas de provecho". Por cierto, ¿no es eso  lo que se le supone a un sistema democrático?. Porque yo ahora no lo veo.
    Hoy con una hija, además de observador y sufridor de la evolución de la juventud española, cada día hecho más en falta una organización como aquella. Tal vez si no tuviera hijos, ni siquiera me estaría haciendo estas reflexiones; pero con una y viendo el camino al que se está abocando a la juventud, no tengo más que buenos recuerdos y añoranzas de aquella época de la historia de mi Estepona, tan necesaria y a la vez tan ausente hoy.

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