40.000 EMPLEOS EN JUEGO
Según el PP andaluz, el engaño del PSOE a los chiringuitos vuelve a poner en juego un sector con 40.000 empleos y una actividad de 500 millones de euros.
Pedro de Tena/Antonio Barreda
El engaño ha consistido en que el PSOE prometió el traspaso de competencias a la Junta de Andalucía y un año después no se ha efectuado y sigue la incertidumbre que pone en juego 40.000 empleos y una actividad económica de 500 millones de euros. Antonio Sanz, secretario general del PP andaluz, anunció que el PP volverá a llevar al Parlamento de Andalucía una iniciativa para proteger los chiringuitos de la costa andaluza y exigiendo medidas para salvaguardar su valor cultural y económico.
El dirigente popular recordó que hace un año que el PSOE andaluz llevó a la Cámara autonómica una propuesta para que la Comisión Mixta de Transferencias agilizara el traspaso de competencias a la Junta de Andalucía para dar estabilidad a los chiringuitos. Sanz afirmó que los socialistas prometieron soluciones y ahora que llega de nuevo el verano estamos peor que hace un año por lo que ante este engaño el PP va a llevar la incitaba para blindar el futuro de estos establecimientos.
La Junta de Andalucía confiaba todavía en enero en que, durante el primer trimestre de este año, la mesa técnica constituida para analizar la situación de los chiringuitos del litoral de la comunidad alcanzase un acuerdo, que permitiera la transferencia al Ejecutivo autonómico de las competencias en esta materia.
Pero lo cierto es que, como cuenta El País, hay un estancamiento de la negociación entre el Gobierno central y la Junta para la transferencia de las competencias en materia de gestión del litoral lo que disgusta sobremanera a los empresarios de chiringuitos, que confiaban que el traspaso abriera una vía definitiva para la regularización de los establecimientos. Los empresarios insisten en reclamar la transferencia y emplazan a Administración central y autonómica a que resuelvan lo más rápidamente posible los inesperados escollos que han surgido.
Mientras tanto, sigue dicho periódico, los chiringuiteros se quejan de que el procedimiento de regularización de las concesiones va "demasiado lento". En la provincia de Málaga, que concentra más de la mitad de los chiringuitos de Andalucía, apenas se habrán revisado antes de verano la tercera parte de las concesiones. Los empresarios insisten en que el ministerio nunca ha entendido la importancia económica y social del sector, y ha pecado de una insensibilidad que están seguros no tendría la administración autonómica.
El estudio realizado por el ministerio para acometer la revisión identificó la existencia de 742 chiringuitos estables en las costas andaluzas de los que el 90% serían compatibles con la ley de Costas y podrán seguir en la arena, independientemente de que tengan algún trámite administrativo que poner al día.
El increíble ataque a los chiringuitos de las playas por parte de los "ecologistas" de Zapatero
En abril de 2009, saltaba la noticia de que el gobierno quería derribar los chiringuitos de las playas. El ministerio de Medio Ambiente del gobierno Zapatero mantenía una decisión inflexible de obligar a retirar estos chiringuitos de la arena de la playa, exigiendo su desplazamiento hacia los paseos marítimos de nuestra costa. Algo que además de ser discutible jurídicamente, significaría la práctica desaparición de un sector importante de la economía y el turismo andaluces. Y también de otras playas españolas.
"El PSOE puede querer derribar los chiringuitos y mantener Villa PSOE en Pontevedra", replicaba el PP andaluz. . “No puede aplicarse el talibanismo medioambiental para destruir chiringuitos y al mismo tiempo permitir pelotazos urbanísticos como Villa PSOE”, precisaba su secretario general. Recuérdese que en la llamada Villa PSOE tiene una casa Gaspar Zarrías, que vulnera claramente la ley de costas.
Hay alrededor de 800 chiringuitos en las playas andaluzas que dan trabajo a 40.000 personas en la temporada de verano. El PP afirmó entonces que, aunque en materia medio ambiental son buenos los avances normativos y la mejora de la protección del ecosistema, empezando por nuestras costas, una cosa era eso y otra el “talibanismo” ecologista del que ahora hace el Gobierno Zapatero.
Finalmente, el Parlamento Andaluz acabó aprobando por unanimidad y a iniciativa del Grupo Popular, el rechazo a esta decisión del Gobierno Zapatero. Pero la amenaza seguía latente. Los Verdes, un pequeño grupo ecologista andaluz que ha pactado siempre con el PSOE consideró "irresponsable" la posición del Gobierno andaluz a favor de la permanencia de los chiringuitos en zona de dominio público
CCOO confiaba en llegar a acuerdos y hacer entender al Gobierno central que es necesario interpretar de modo flexible la Ley de Costas para estabilizar la situación de los chiringuitos, y así no tener que movilizar a los miles de empleados afectados. "Parece que hay buenas expectativas", ha indicado la secretaria general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga.
El portavoz de Los Verdes en Andalucía, Andrés Sánchez, ha opinado en un comunicado que "la realidad" del litoral andaluz es que "ha sido devastado por un urbanismo dañino" y que "el riesgo mayor" para el turismo es "su mala imagen internacional como un entorno degradado, sujeto a la ambición de políticos locales y al dejar hacer de autoridades estatales y autonómicas".
El dirigente popular recordó que hace un año que el PSOE andaluz llevó a la Cámara autonómica una propuesta para que la Comisión Mixta de Transferencias agilizara el traspaso de competencias a la Junta de Andalucía para dar estabilidad a los chiringuitos. Sanz afirmó que los socialistas prometieron soluciones y ahora que llega de nuevo el verano estamos peor que hace un año por lo que ante este engaño el PP va a llevar la incitaba para blindar el futuro de estos establecimientos.
La Junta de Andalucía confiaba todavía en enero en que, durante el primer trimestre de este año, la mesa técnica constituida para analizar la situación de los chiringuitos del litoral de la comunidad alcanzase un acuerdo, que permitiera la transferencia al Ejecutivo autonómico de las competencias en esta materia.
Pero lo cierto es que, como cuenta El País, hay un estancamiento de la negociación entre el Gobierno central y la Junta para la transferencia de las competencias en materia de gestión del litoral lo que disgusta sobremanera a los empresarios de chiringuitos, que confiaban que el traspaso abriera una vía definitiva para la regularización de los establecimientos. Los empresarios insisten en reclamar la transferencia y emplazan a Administración central y autonómica a que resuelvan lo más rápidamente posible los inesperados escollos que han surgido.
Mientras tanto, sigue dicho periódico, los chiringuiteros se quejan de que el procedimiento de regularización de las concesiones va "demasiado lento". En la provincia de Málaga, que concentra más de la mitad de los chiringuitos de Andalucía, apenas se habrán revisado antes de verano la tercera parte de las concesiones. Los empresarios insisten en que el ministerio nunca ha entendido la importancia económica y social del sector, y ha pecado de una insensibilidad que están seguros no tendría la administración autonómica.
El estudio realizado por el ministerio para acometer la revisión identificó la existencia de 742 chiringuitos estables en las costas andaluzas de los que el 90% serían compatibles con la ley de Costas y podrán seguir en la arena, independientemente de que tengan algún trámite administrativo que poner al día.
El increíble ataque a los chiringuitos de las playas por parte de los "ecologistas" de Zapatero
En abril de 2009, saltaba la noticia de que el gobierno quería derribar los chiringuitos de las playas. El ministerio de Medio Ambiente del gobierno Zapatero mantenía una decisión inflexible de obligar a retirar estos chiringuitos de la arena de la playa, exigiendo su desplazamiento hacia los paseos marítimos de nuestra costa. Algo que además de ser discutible jurídicamente, significaría la práctica desaparición de un sector importante de la economía y el turismo andaluces. Y también de otras playas españolas.
"El PSOE puede querer derribar los chiringuitos y mantener Villa PSOE en Pontevedra", replicaba el PP andaluz. . “No puede aplicarse el talibanismo medioambiental para destruir chiringuitos y al mismo tiempo permitir pelotazos urbanísticos como Villa PSOE”, precisaba su secretario general. Recuérdese que en la llamada Villa PSOE tiene una casa Gaspar Zarrías, que vulnera claramente la ley de costas.
Hay alrededor de 800 chiringuitos en las playas andaluzas que dan trabajo a 40.000 personas en la temporada de verano. El PP afirmó entonces que, aunque en materia medio ambiental son buenos los avances normativos y la mejora de la protección del ecosistema, empezando por nuestras costas, una cosa era eso y otra el “talibanismo” ecologista del que ahora hace el Gobierno Zapatero.
Finalmente, el Parlamento Andaluz acabó aprobando por unanimidad y a iniciativa del Grupo Popular, el rechazo a esta decisión del Gobierno Zapatero. Pero la amenaza seguía latente. Los Verdes, un pequeño grupo ecologista andaluz que ha pactado siempre con el PSOE consideró "irresponsable" la posición del Gobierno andaluz a favor de la permanencia de los chiringuitos en zona de dominio público
CCOO confiaba en llegar a acuerdos y hacer entender al Gobierno central que es necesario interpretar de modo flexible la Ley de Costas para estabilizar la situación de los chiringuitos, y así no tener que movilizar a los miles de empleados afectados. "Parece que hay buenas expectativas", ha indicado la secretaria general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga.
El portavoz de Los Verdes en Andalucía, Andrés Sánchez, ha opinado en un comunicado que "la realidad" del litoral andaluz es que "ha sido devastado por un urbanismo dañino" y que "el riesgo mayor" para el turismo es "su mala imagen internacional como un entorno degradado, sujeto a la ambición de políticos locales y al dejar hacer de autoridades estatales y autonómicas".
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