Crónica Negra de la II República


¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia? Santiago Ramón y Cajal.

16 de mayo de 2010

Tanto el PSOE provincial como el propio Valadez tienen miedo de Urbano

     Desde que el PP local anunciara hace tres semanas que el notario José María Urbano encabezaría la lista de este partido a las próximas elecciones municipales; el PSOE de Estepona, o sea Valadez y unos pocos más que le acompañan en la travesía del desierto que le espera, le han visto las orejas al lobo. Para desacreditarlo un tal llamado Francisco Conejo, que no ha hecho otra cosa en su vida que vivir de un sueldo del partido, que seguramente sale de su bolsillo (de usted) y del mío, se ha desplazado ya en varias ocasiones hasta el municipio para hacer monólogos de prensa en los cuales se le pone a parir al candidato popular. No vamos a repetir aquí las sartas de tan incoherentes e infundadas acusaciones contra el notario, de intachable conducta profesional, porque, entre otras cosas, la prensa valadesca dirigida por la esposa del ínclito e impostor alcalde, así como la provincial han dado buena cuenta de ellas.
    Pero si analizamos la feroz campaña contra este notario, que sobrepasa los límites de lo políticamente aceptable (sobre todo porque el notario nunca ha ejercido la política y se le está atacando a su vida privada y profesional), se llega a la conclusión de que lo que verdaderamente ésta esconde es el temor a que este notario, como así indica la opinión de la mayoría de esteponeros plasmada incluso en foros y encuestas digitales, pueda llegar a la alcaldía y en virtud del conocimiento de cuestiones legales que le otorga su profesión, audite la gestión de Valadez poniendo al descubierto la "sangría constitucional" y los desmanes de toda índole que habrá caracterizado su legislatura hasta 2011, fecha de dicha cita electoral, como se viene demostrando desde que accedió a la alcaldía hasta la actualidad, a un año vista de los comicios. Con Urbano enfrente Valadez no sólo se juega su prestigio político, bastante denostado ya, por cierto, sino su prestigio personal; ese es su principal miedo. Y al igual que engañó a la propia policía, fiscalía y jueces,  para llegar a la alcaldía vulnerando la voluntad de un pueblo, no le importa tampoco hacer uso de sus órganos del partido para defenderse y asegurarse una campaña de desprestigio que, de todas formas, al final se le volverá en su contra.
    Por eso la campaña valadesca y conejera cruza los límites políticos, porque Valadez verá su prestigio tanto personal como político en evidencia y por los suelos, aún más del desprestigio que ya soporta. Al igual que las ejecutivas regional y provincial socialistas que le apoyan, los mismos perros, con diferentes collares, que apoyaron a Barrientos (aunque no todos, que aquellos ostentan ahora cargos en la administración de la Junta y ahora el líder es Miguel Angel Heredia, biólogo sin ejercer, pues siendo socialista no hace falta). Si no, al tiempo. Porque sea el notario desde la alcaldía o los propios imputados en Astapa, quienes se encarguen de hacerlo, ese día llegará. Por mucho que la "Justicia" se empeñe en retrasarlo.

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