Crónica Negra de la II República


¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia? Santiago Ramón y Cajal.

29 de marzo de 2010

Se le olvidó a Valadez denunciar a Miguel Castro por la truculenta forma de crear la radio municipal

  Algo que Valadez desconoce, aún era menor de edad, es que si hay algo irregular en Estepona, es la creación de la emisora municipal Radio Estepona. ¡Uy si lo que voy a contar lo hubiera hecho el GIL!
    A principios de los 90s, Estepona aún no disponía de emisora municipal. Dos años después de llegar a la alcaldía, nuevamente, Miguel Castro, decide poner en marcha el proyecto para llevarla a cabo. La Ley de Telecomunicaciones y decretos de la Junta de Andalucía dejaban muy, pero que muy clarito, que el funcionamiento de la misma debía de ser democrático y regirse por un acuerdo de todos los grupos municipales con representación, en cuanto a contenidos y dirección de la emisora. A tales efectos obligaba a que la aprobación del proyecto debía pasar por un acuerdo plenario que recogiera muy clarito también que se acogía a los decretos y leyes establecidos la aprobación plenaria. Entre otras cosas en el proyecto de Estepona se recogía, gracias a la aportación de Antonio Murcia, una especie de secretaría de control de la emisora bajo la supervisión de todos los grupos como garantes de la independencia y objetividad que había de cumplir el funcionamiento del citado medio.
     Pues bien, a pesar de que así se recogía en la aprobación del proyecto para que fuese concedida la licencia de radio por parte de la administración andaluza, una vez concedida, Miguel Castro se saltó aquel acuerdo plenario a la torera y hasta hoy. De aquellos polvos estos lodos. El propio Murcia tuvo que desistir de exigirle a Castro que cumpliera el acuerdo plenario y ha abandonado la política sin que aquel acuerdo se cumpliera. ¿Qué, no va a denunciar a Castro por aquella irregularidad que ha derivado en la penosa emisora que tenemos que ya la quisiera Franco para su régimen?.
     Y lo peor de todo es que ni siquiera él, que tanto alardea de  principios personales y valores democráticos,  ha hecho nada por cambiarlo, sino todo lo contrario. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Certero dicho hispano en el blanco de Valadez.

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