Crónica Negra de la II República


¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia? Santiago Ramón y Cajal.

30 de junio de 2012

El fanatismo ideológico español que ciega a quien lo toca y ya no cesa


Me encontraba hoy en Marbella, en un bar que hace esquina cercano al hotel Skol, donde ponen unas tapas escandalosamente buenas,  disfrutando de la temperatura (que en Marbella era y suele ser más agradable en verano que en Estepona), a la sombra en una barra exterior de local con mi cuñado, charlando sobre mi libro (que anuncio en este blog en entradas precedentes y que presentaré el día 18 en Estepona). De repente llega un señor con barba, pelo canoso y desaliñado, pero bien vestido, de unos cincuenta y tantos o sesenta años. Lo saludan tanto mi cuñado como el dueño del bar que se encontraba tras la barra. Le conocen como "el dóctor". Por lo visto el hombre es médico de atención primaria o algo por el estilo en Marbella. Mi cuñado me lo presenta; lo saludo amablemente y se acomoda al lado nuestro permaneciendo en silencio.

Mi cuñado y yo seguimos con la conversación hablando sobre algún que otro detalle de los  que desvelo en el libro, mientras le comentaba también la falta de conocimiento que sobre aquel período tiene la población española; la cual tiene asumido una serie de tópicos (muchos de ellos fruto de la manipulación que hemos padecido durante los 30 años de democracia), pero muy alejados en un gran número de casos de la realidad histórica. De pronto, "el doctor" se mete en la conversación y dice: "Yo podría contarte muchas anécdotas de esa época". Amablemente le respondo que, precisamente, en mi libro cuento muchas anécdotas y paradojas ( fueron muchísimas) que se produjeron en aquellos convulsos años. Continúo explicándole y le expongo que una gran paradoja para mí fue conocer que Gonzalo Queipo de Llano, Jefe del Ejército del Sur nacionalista, había sido antes uno de los más fervientes partidarios de la República, dentro del sector del Ejército. De hecho fue uno de los promotores del Pacto de San Sebastián en agosto de 1930 (un año antes de la implantación de la II República) firmado entre las izquierdas, las derechas y el Ejército para acabar con la Monarquía e iniciar el nuevo régimen "democrático" republicano.

Mientras comentaba este dato, que no admite dudas y sobre el cual existe total acuerdo entre historiadores tanto de uno como de otro bando, salta este señor y responde airadamente, hecho una fiera: ¿Cómo que Queipo de Llano había sido republicano? Intento calmarlo y le respondo que no es una opinión mía, sino que es la realidad. Igualmente participó en el golpe de diciembre de 1930 de los capitanes Fermín Galán y Ángel Hernández, contra la Monarquía cuatro meses antes de la salida de España de Alfonso XIII y proclamarse la República. Esta paradoja le chocó en gran manera incluso a los propios republicanos quienes no podían creerse que el citado militar fuese quien encabezase la sublevación en Andalucía, vista su trayectoria republicana.

Pues bien, este buen señor (doctor no sé si por haber hecho tesis doctoral o por la costumbre de llamar doctor a todo el que practica la medicina) que de medicina sabrá mucho pero nada de Historia, seguía insistiendo cada vez más acaloradamente negando la evidencia de que Queipo había estado siempre detrás de cualquier conspiración contra la corona y que era, en principio, partidario de ese régimen republicano. Lógicamente, cinco años después dejó de serlo visto la trayectoria pro-comunista que rigió sus destinos hasta el golpe militar. Por su parte el señor insistía, enfurecido, en que él había leído mucho sobre la guerra y tal.

Efectivamente tenía ante mí a unos de esos tantos  ejemplos de fanáticos  resultado de la manipulación con la que tantos años de Gobierno socialista y  la complicidad o el silencio de una  derecha acomplejada, han tratado aquellos años de la Historia de España, en los medios, colegios, sociedad, etc. Sentía que si hubiera seguido insistiendo por mi parte en lo que no es ningún secreto, sino algo aceptado por todos, hubiésemos podido llegar a las manos, visto el fanatismo del que hacía gala este "informado" señor negando un dato histórico que no admite ninguna duda. De hecho incluso los primeros manifiestos golpistas del general finalizaban dando vivas a la República. Como digo, los propios republicanos fueron los primeros sorprendidos por ese giro político experimentado por el general nacionalista y eso es algo comúnmente aceptado.

Conociendo a personas así, supuestamente "progres" y, por tanto tan "tolerantes", descubre uno el solapado (y no tan solapado) autoritarismo del que hicieron gala muchos de ellos por aquellos años, como lo hacen hoy, mientras criticaban el totalirismo fascista que por aquellas fechas aún no había matado a nadie, omitiendo los crímenes del régimen asesino de Stalin (tal y como lo calificó el propio Gobierno americano),que para aquellos años había acabado con la vida de 24 millones de bocheviques contrarios a la dictadura proletaria.
 Siendo estos fanáticos más papistas que el Papa, es fácil imaginar cómo llegamos a donde llegamos. Y hacia donde podremos llegar si no acabamos pronto con la intoxicación histórica que muchos paniaguados se han encargado de transmitir a una población lega en esta materia y, lo que es peor: con pocas ganas de aprender y conocer la verdad, pues  les "pilla muy lejos". El mejor caldo de cultivo para que la Historia se repita.

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